
El cuadro es fruto de la profunda conversación que tuvieron ambos durante horas, y representa las diferentes voces interiores que tiene cada persona en su cabeza, y que le guían a la hora de decidir qué hacer en cada momento.
Resulta escalofriante que éste sea la última imagen del intérprete australiano, la de un hombre con cara de cansancio y dos personas a su alrededor (que son él mismo) susurrándole lo que debe hacer. ¿Destino o coincidencia?
Cabe decir que la obra terminada, que participará en los premios Archivald de pintura, no llegó a ser vista nunca por Ledger.
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