El juez de menores de Granada, Emilio Calatayud, ha conseguido diferenciarse del resto de magistrados de nuestro país gracias a las originales sentencias que ha impuesto a lo largo de su trayectoria profesional, como tener que estar 50 horas dibujando un cómic de 15 páginas, en el que el chaval tenía que contar la causa por la que le condenaban, que un menor visite la planta de traumatología de Granada por conducir un ciclomotor sin seguro o una condena a 100 horas de clases de informática a un joven que había crackeado varias empresas granadinas provocando daños por 2000 euros.
El magistrado, que publicó en 2007 Reflexiones de un juez de menores, expresó en la conferencia "Tertulias educativas" su opinión sobre cómo está evolucionando la Justicia con respecto a los menores, y el papel que desempeñan los progenitores y escuelas en la educación de los niños. Una lección magistral que, pese a durar más de 20 minutos, es de obligada visualización (además de que el hombre es muy simpático y hace muy amena su intervención).
1 comentario:
Tenía que ser de graná. Claro que si un saludo Gonzalete
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