
A lo que iba. Les traigo el primer trabajo del responsable de El día de la Bestia, ese ya clásico corto que ha ido ganando prestigio y fama con el tiempo y que no desprestigia en absoluto a su autor, de hecho marca algunas pautas y constantes que se verán a lo largo de su filmografía.
Estoy hablando de Mirindas asesinas, protagonizado por Álex Angulo (uno de los actores fetiche o "musos" del director, que luego protagonizó y participó en gran parte de su filmografía, especialmente en sus primeros proyectos) y Saturnino García, ese pobre veterano que, pese ha comenzar en el cine con El viaje a ninguna parte allá por 1986 y contar ya con 72 años, nunca a pasado de ser un secundario ejemplar.
Estoy hablando de Mirindas asesinas, protagonizado por Álex Angulo (uno de los actores fetiche o "musos" del director, que luego protagonizó y participó en gran parte de su filmografía, especialmente en sus primeros proyectos) y Saturnino García, ese pobre veterano que, pese ha comenzar en el cine con El viaje a ninguna parte allá por 1986 y contar ya con 72 años, nunca a pasado de ser un secundario ejemplar.
El cortometraje data de 1991 y el guión viene
firmado por el propio De la Iglesia y su inseparable Jorge Guerricaechevarría, que lleva trabajando con él desde los más tiernos comienzos hasta la actualidad (que aprendan Alejandro González Iñárritu y Guillermo Arriaga, más pendientes de su éxito personal y de alimentar su egocentrismo que de la calidad de su cine, como se pudo comprobar en la decepcionante Babel, que significó la definitiva ruptura entre los dos mexicanos).

De la trama mejor no desvelaré nada, tan sólo comento que es originalísima e impactante de principio a fin, que el blanco y negro adquiere gran protagonismo, al igual que el juego de iluminación, planos, música y fotografía. Todo un género salvaje edulcorado con un sabio humor negro que acompañará a su director en el resto de metrajes realizados hasta la fecha (¿se intuye que es uno de mis directores españoles favoritos? Me alegro, porque eso pretendía).
Tras su estreno, el director de La Comunidad tuvo la gran suerte de que un joven Almodóvar lo visionase y se quedara prendado de él (y eso que no salían porros, farlopa, tetas, sexo homo o heterosexual ni la España rural y profunda que tanto le gusta mostrar al manchego), por lo que se convirtió en productor de lo que sería su primer largometraje oficial: Acción mutante.
Y antes de dejarles con el corto, unas palabras de introducción de la página oficial: "Este es el estreno cinematográfico de Álex de la Iglesia, el germen donde ya están todos los elementos de su obra futura. Algo aparentemente anodino confundirá al espectador. Los previsibles antagonistas tornarán en héroes y los galanes mutarán en bestias aterradoras. Las bebidas sin alcohol embriagarán como orujo y los copazos tendrán el efecto del agua. Asiste a su pase privado sin pagar entrada alguna".
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