25 enero 2008

Crítica y tráiler de El hombre del tiempo

Tras dirigir simultáneamente la segunda y tercera entrega de la exitosa “Piratas del Caribe”, el realizador Gore Verbinski (The Ring, The Mexican o la infame Un ratoncito duro de roer) vuelve a la época contemporánea mediante un drama con acertados toques humorísticos. El tráiler vendía una comedia en toda regla pero no se confundan porque ¿qué tiene de gracioso un pobre señor (un estupendo pero agobiado Nicolas Cage) al cual, pese a sus buenas intenciones, todo le sale mal y continuamente reflexiona que la vida es una mierda?

Es la historia de un hombre que anuncia el tiempo en una cadena local sin tener el título de meteorología (aunque con la oportunidad de entrar en la televisión nacional), con una mujer separada harta de él, un hijo pasota y rebelde y una hija fondona inadaptada y sin ambiciones. Además, por no acertar siempre con el clima, mucha le gente le detesta en Chicago y le tira por la calle batidos, bebidas y comida rápida. Y por si eso no fuera suficiente, su padre (Sir Michael Caine, uno de los pocos mitos vivos del cine, que borda el papel de frío y distante con esa mirada fija que posee) fue un gran escritor con un Pulitzer bajo el brazo que ve cómo su hijo se desploma con cada nuevo problema que le surge. ¿Y esto produce risa? Pues en algunos momentos sí, a pesar de la que la música de Hans Zimmer no acompañe las situaciones. Suenan los violines en melodías dramáticas mientras se suceden los gags, siempre muy sutiles. Contradictorio.

El frustrado protagonista emplea la voz en off para abrir su alma al espectador, una voz agónica que desea salir del círculo estresante en que se ve inmersa, una voz dramática dentro de un contexto cómico que no llega al clímax en ninguno de los dos géneros, aunque los alterne bastante bien. El público no llorará ni de risa ni de tristeza, tendrá una incomodidad claustrofóbica que le impedirá quedarse en la misma postura de la butaca durante todo el metraje. ¿Por qué le tiene que salir todo tan mal al pobre Cage? No se lo merece a pesar de sus impredecibles prontos.

Es un trabajo bastante lineal, los personajes evolucionan poco y sales del cine con la sensación de que la vida es muy difícil y la felicidad imposible. Por lo menos despierta sentimientos, lo cual siempre es positivo en cualquier obra cinematográfica.Tiene momentos cómicos memorables como cuando Cage se entera de que llaman a su hija en la escuela “pezuña de camello” porque se le marcan los labios vaginales en sus prietos pantalones o la gota que colma el vaso de su matrimonio que es ni más ni menos que el olvido de comprar una salsa tártara (genial cuando la voz en off de Cage intenta recordarlo de camino a la tienda pero otros pensamientos como el culo de la chica de delante, el frío que hace o que le gusta comer coños se interponen a la salsa y acaba por borrarla de su mente).
La realización es acertada, con multitud de primeros planos y situaciones angustiosas en las que el espectador no sabe qué podrá ocurrir (aunque luego pase poco, la sensación queda). También cabe destacar el cambio de registro de Nicholas Hoult, que tras hacer de mocoso repelente con Hugh Grant en “Un niño grande”, aquí interpreta a un problemático (aunque un tanto descafeinado) adolescente que acaba de salir de un centro de desintoxicación.

Concluyendo, estamos ante el trabajo más logrado de Verbinski (con perdón para los aférrimos fans de la saga de los piratas, que después de su última entrega no se cómo pueden levantar la cabeza del suelo). Una película incómoda, melodramática y realizada con gran pasión.

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