
40 premios internacionales (entre ellos la preselección a los Oscar 2001 y la nominación al "Deutsche Kurzfilmpreis", equivalente al Goya español) abalan este proyecto intimista, rodado en blanco y negro, y que versa sobre la añoranza de lo no vivido ("añoro todo aquello que no tuve", como dice Albert Pla en una gran canción).
Julia es una joven tímida que se enamora a primera vista de un hombre en una cafetería. Tras verle sentado en la misma mesa durante años, un día se decide a seguirle hasta la librería en la que trabaja...
La delicadeza con la que el director selecciona cada plano, acompasado por una acertada banda sonora, una historia trágica y preciosista y un efectivo uso de la elipsis, hacen de este uno de los mejores cortometrajes vistos por un servidor en mucho tiempo. Nunca antes me había emocionado tanto una canción de Amaral ("Cómo hablar"), y el final con la voz en off... casi mejor les dejo con el magistral trabajo, que se cierra con la canción "Se dejaba llevar por ti" del fallecido Antonio Vega, con lo que ya mato dos pájaros de un tiro al meter este tema suyo como homenaje a título póstumo de ese gran exponente de la movida madrileña.
(Para verlo a pantalla completa, clickeen dos veces sobre la imagen)
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