
Ese sonido atronador, muy próximo al hardcore, me hacía estremecer y mover torpemente mi cabeza mientras destrozaba mi garganta tratando de imitar la reventada voz de Juan, el cantante. Esos temas, que ahora en algunos círculos intolerantes y ultraderechistas (a la par que ignorantes, ya que dudo que hayan oído una canción entera) consideran que atacan a las víctimas del Terrorismo y que ensalzan a ETA, para mi eran agresivos temazos contra el sistema impuesto, la opresión policial y las injusticias, siempre desde un tono diferente y original que hacía de S.A únicos en el panorama nacional.
Si hubieran nacido en Sevilla, Murcia o Burgos no habría problema, pero al ser de Euskadi... la polémica estaba servida, y por culpa de Jiménez Losantos, Alfonso Ussía y buitres de semejante estirpe, han estado perseguidos durante los últimos cinco años, con bolos y contratos cancelados por parte de varios (cobardes) ayuntamientos sin criterio que, presionados por estos grupos, preferían prohibir un concierto antes que analizar el contenido de éste.
El caso es que más adelante mi gusto musical se tornó hacia el género del rap y el reggae, un estilo todavía verde en comparación con las maravillas que se editan en el exterior (Francia, Inglaterra y Estados Unidos), pero que poco a poco están calando en la cultura juvenil española.

Pues bien, todo este rollo viene a propósito de la unión durante casi cinco minutos entre dos de los grupos que más han marcado mi infancia y juventud, respectivamente: Soziedad Alkoholika y Violadores del Verso.
Kase-O (el mejor rapero nacional y uno de los integrantes de Violadores) ya demostraba su fanatismo hacia el grupo de Vitoria mediante las camisetas que viste en muchos de sus conciertos y Hate (otro de los raperos del grupo) colaboró con otro grupo de rock llamado N de No, cuyo interesante videoclip pueden ver pulsando aquí.
Pero lo que no podíamos esperar era que los máximos exponentes de sus respectivos géneros musicales se juntasen en el último trabajo de S.A., llamado Mala Sangre (el cual está impregnado de la misma potencia de antaño, aunque no sea destacable ningún nuevo himno) para deleitarnos con una mezcla fructífera y muy grata. Obviamente, es producto del marketing, pero... ¿¿a quién le importa si podemos disfrutar de los grandes Kase-O y Juan en la misma tonada??
1 comentario:
Qué bueno, es una gran mezcla eh? Anque mi trayectoria músico-juvenil fue bastante parecida a la tuya a mí se me haría más un dueto Kase O-Rober de Extremo... Pero esto está bastante bein. Y genial la última frase del post Gonzis. Muchos besos!
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