15 mayo 2008

AVEI contra la libre difusión del cine

La Asociación Videográfica Española Independiente, conocida como AVEI, ha denunciado ante el ICAA (Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales) a varias páginas web por "más de 150.000 irregularidades e incumplimientos de la normativa audiovisual llevados a cabo por las webs de descarga a través del procedimiento denominado streaming".

Los supuestos delitos de estos sites dedicados a la exhibición online de películas y series consisten en que no incluyen el calificativo por edades ni el número de expediente del ICAA, además de no estar inscritos como empresas audiovisuales.

Otra vez más se puede ver el miedo de los productores, distribuidores y exhibidores de que la gente pueda ver cine cuando quiera gratuitamente desde su ordenador, quitándoles a ellos el dinero correspondiente por exhibición. Ahora salen con esta nueva farsa, y seguirán buscando nuevas formas de parar lo imparable, hasta que los más avispados descubran una fórmula para seguir llenando sus bolsillos sin que sea en detrimento de un público cada vez más concienciado de que la cultura es un bien público y, como tal, debe ser distribuido y promovido de forma gratuita, como así ocurre con los libros en las bibliotecas públicas.

Las 12 páginas web denunciadas y con posibilidad de cierre son:

Aprovechen para visitarlas y ver grandes obras del séptimo arte (aunque muchas de ellas se vean con pésima calidad, algo que no me convence en absoluto) antes de que sean cerradas por culpa de esos dinosaurios vendados por la ambición que no pueden comprender que la libertad no siempre va acompañada de jugosos beneficios.

1 comentario:

Martha Tena Juárez dijo...

En parte te doy la razón, pero detrás de esos dinosaurios ambiciosos, se encuentran artistas o creadores, directores, fotografos, etc... que necesitan q su trabajo sea remunerado... A veces hay que tener un pelín de conciencia social y darse cuenta de la situación de estas personas que trabajan en un arte y que también tienen que comer. Por supuesto que es un ben publico pero hasta cierto punto.